La gran hostia en fotografía

Da igual que mantengas la guardia... al final sentirás el impacto en tu mandíbula. Foto: Rocky III (IMDB)

En la naturaleza existe un ciclo natural que es imposible detener y que se repite. El sol sale y se pone cada día en el horizonte, la primavera llena de color nuestros campos, la olas del mar baten la costa, antes de las campanadas vienen los cuartos o cada enfrentamiento entre el Barsa y el Madrid será denominado el partido del siglo. Son algunos ejemplos de como el círculo de la vida del Rey León sigue su curso.

Y sí, en fotografía también existe un ciclo vital. Una serie de acontecimientos que se repiten y que son inevitables.

De los creadores de "Guía definitiva para ser El Elegido en fotografía" llega "La gran hostia en fotografía".

El 99,5% de los mortales que se acerquen a la fotografía recibirán su correspondiente dosis.

El otro 0,5% lo componen aquellos que han visto cosas que vosotros no creeríais, como atacar naves en llamas más allá de Orión o Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser.



Si como imagino perteneces a la inmensa mayoría puedes estar tranquilo, por que perteneces a uno de estos tres grupos:

-Ya has recibido una guaya y has cubierto el cupo.

-Has recibido tu "bendición", pero estas haciendo méritos para una segunda vuelta.

-No la has recibido pero tu momento se acerca... de hecho cuenta la leyenda que en el silencio de la noche podrás escuchar el tictac inexorable que te acerca irremediablemente a tu dosis.

Dicho esto, ¿que es la gran hostia en fotografía?

No creo necesario el explicar que es una hostia de forma general pero sí las particularidades de la misma en el entorno que estamos tratando. En esencia es ese golpe de realidad que te hace bajar al suelo y darte cuenta de que ni eres tan bueno como piensas, ni las redes sociales son un baremo real de tu calidad fotográfica, ni ha sido correcto el pensarte que eres alguien en esto de darle al botón por los comentarios de amigos o conocidos. Es decir, es una cura de humildad que te regala alguien o un grupo de "alguien´s" (el octavo pasajero.. lo siento no he podido evitarlo) que tienen la "autoridad moral" por su recorrido en este mundo.

Asúmelo, ella ganará... Foto: Rocky IV (IMBD)

Pero veamos las principales características de este fenómeno natural:

-Es democrática. Si, la gran hostia fotográfica no diferencia por cuestión de raza, sexo, edad, religión, nacionalidad... Uno siempre cumple, en este sentido, los requisitos para ser el agraciado de una buena dosis.

-Es multinivel. No creas que por autodenominarte el Ranger de Texas de la fotografía o estar endiosado por un grupo mas o menos grande la hostia no te alcanzará. Subirá al nivel de endiosamiento que sufras y te sacudirá. Ojo, por que cuanto más alto te creas que estás o más alto te hayan subido más intensa será la "experiencia hostil"...

-Es como la vitamina C. Si, y es que en la mayoría de los casos es asimilada por el individuo agraciado y esto le hace crecer no sólo fotográficamente sino a nivel personal. Desde luego te hace volver a disfrutar de la fotografía como al principio, antes de que la sintieras como una competición por ganar (sean likes, concursos o lamidas de culo)

-Es un boomernag. En relación con la anterior característica, hay sujetos que parece que son inmunes a sus efectos. Por fortuna o desgracia (según se mire) una vez has sido objeto de una dosis, ésta, de no ser asimilada, volverá para golpearte repetidamente. Y esto nos lleva a la siguiente característica:

-No se desactiva. Esto quiere decir que por mucho que la ignores, o intentes "defenderte" de la lección de humildad que supone, no cesará de golpearte. Al contrario la hostia se verá reforzada al contar con más apoyos y hacer evidente lo necesaria que para ti es ahora mismo esa medicina.

No te resistas que es peor... Foto: Rocky IV (IMDB)

-Tu candidatura a ser "hostiado" no prescribe. Es decir, nunca dejas de poder optar a disfrutar de este momento especial. Generalmente si al recibir tu primer toque de "atención" has bajado a la tierra y comprendido que no se puede ir de "yo me he pasado el Tetris con los ojos cerrados" las posibles futuras dosis suelen ser mucho menos intensas e incluso ser perceptibles solo por tí y tu sentido común.

-Es un bien público. Sí en muchas ocasiones, sirve para desenmascarar a aquellos que (por su endiosamiento) han llegado a un punto en el que ya no "juegan" en el terreno de la fotografía, las rencillas y debates que caracterizan a este mundillo y que generalmente, seamos sinceros, no son mas que pataletas inocentes. Muestra la verdadera cara de sujetos que amparados por su "supuesta raza superior fotográfica" han desarrollado actitudes que a nivel personal no les deja en muy buena posición. Como bien público, pone a cada uno en su sitio.

-Es conveniente. Si y es que ser el afortunado es una de esas cosas que tienes que hacer/sufrir una vez en la vida. Plantar un árbol y montar en globo son otras de las cosas de la lista. Es como ese cachete que a todos nos dieron de pequeños y que nos vino bastante bien...

-Fast to Furious o Cuanto antes mejor. Recibir tu primera guaya fotográfica es un paso que no es conveniente demorar mucho. Digamos que es como ir al dentista a curarte una caries. Sabes que no te va a gustar, que te va a doler y que vas a estar unos días jorobado... pero también sabes que cuanto antes acudas al especialista menos doloroso será y menos posibilidades habrá de que la caries se propague.

Nada como un final feliz... la gran hostia siempre gana. Foto: Rocky Balboa (IMDB)

En definitiva, no pediré que levantemos la mano aquellos que hemos sufrido ese golpecito en algún momento. Pero si lo has sufrido y has asimilado su lección, puedes considerarte un afortunado.

Para aquellos que aún estén en su torre de marfil... tranquilos, pronto levantaréis la mano.