Restos de un satélite ruso, un campo y una nube de mariposas blancas
El protagonista de esta entrada es uno de esos fotógrafos que ha ensanchado el mundo para muchos. Jonas Bendiksen, es un "rara avis" en el panorama fotográfico, así este noruego nacido en 1977 es miembro de la agencia Magnum con la que comenzó a colaborar como becario en sus oficinas de Londres.
Tras esta etapa en la agencia, pasa a ser un fotoperiodista independiente y comienza un viaje por Rusia que marcará su carrera y obra fotográfica. Recorriendo los confines del antiguo imperio soviético realiza numerosos reportajes y algunas de sus fotografías más emblemáticas hasta la fecha.
En su momento Jonás ensancho el mundo a sus compañeros de agencia ya que como algunos de ellos describen su obra era aire fresco. Sus fotografías provenían de países y regiones del mundo cuyos nombres parecían inventados y eran fruto de la desmembración del antiguo imperio.
Una nota que podríamos destacar de su obra sobre todo en la referente a la antigua unión soviética es lo paradójico y casi cómico de muchas de las escenas que te capta. Su obra perteneciente a la segunda etapa ya que supone la inversión en varios de los barrios más pobres y peligrosos del planeta es bastante más oscura y seria aún así en mi opinión no cae en los tópicos de este tipo de reportajes.
El valor de Jonás no es sólo el de su fotografía sino el de demostrar que es posible abrirse hueco en un mundo tan competitivo como el del fotoperiodismo sin que la edad pueda ser un obstáculo si tu obra es lo suficientemente buena.
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