As I said in some of the entries in this blog, in photography, as in other aspects of life, there are a number of principles that are taken by some as absolute truth.
In Street Photography, one of those principles is to approach the subject as much as possible and therefore use objectives of a few millimeters.
The classic choices in this regard are a 35mm or 50mm (or equivalent depending on the sensor) and optionally the traditional 28mm more angular.
But today we tend to much more extreme angle, making pictures with a 14mm or 21mm. As always, these articles take my opinion and the reasoning behind it but this does not mean they are the absolute truth.In Street Photography, one of those principles is to approach the subject as much as possible and therefore use objectives of a few millimeters.
The classic choices in this regard are a 35mm or 50mm (or equivalent depending on the sensor) and optionally the traditional 28mm more angular.
I generally stay with the traditional focus, especially with the 35mm and 50mm.
The approach in the shots and use of angles often make the portraits but spectacular for their distortions (or too closed if we use a 35 or 50) but not another picture more. In my pictures trying to tell a story as it develops in a given environment. For this, the subject must appear within a context that frames it. As my photography is known for frames in which the main subject without others detract role in almost empty stage, I play with the elements around them and therefore need the least distortion of urban elements that frame the action , that cities give much prominence to the vertical lines.
It's funny how for some things is adopting a godlike aura statements and classic work of some photographers that contradict those of others who will soar as appropriate.
In that regularly publish articles on classical photographers can be read to a layer that encourages seeking as close as possible, his legendary statement "if your photo is not good enough is that you have not close enough" is for many the absolute truth regardless of the decision or what the author intended. Are Taliban.
In that regularly publish articles on classical photographers can be read to a layer that encourages seeking as close as possible, his legendary statement "if your photo is not good enough is that you have not close enough" is for many the absolute truth regardless of the decision or what the author intended. Are Taliban.
In the opposite direction we have to Cartier-Bresson whose pictures are committed to search for lines, symmetries, pictures in which the environment is as important as the same subject. The 50 was his goal. So two of the iconic photographers of the twentieth century differ in layout, though as large were adapted knew at the time and did not take as a general principle inviolable dogma that defined his work.
Bored boy waiting for his mother shopping journey. The scene need this distance / Niño aburrido esperando en la jornada de compras de su madre. La escena requiere esta distancia.
Assess own and others' photos for the photo you are and not as your style that might have been. But, soon signed into criticism "Fallen horizons and disrespected thirds rules" that do not contribute to art as such. If the technical resource or rule is that all you can analyze a photo, maybe your photographic level than the one that you consider.
Robert Capa pic / Fotografía de Robert Capa
Como ya he comentado en algunas de las entradas de este blog, en la fotografía, como en el resto de aspectos de la vida, existen una serie de principios que se toman por algunos como verdad absoluta.
En Street Photography, uno de esos principios es el de acercarse al sujeto tanto como sea posible y por lo tanto utilizar objetivos de pocos milímetros.
Las opciones clásicas en este sentido son un 35mm o un 50mm (o sus equivalentes dependiendo de cada sensor) y como opción más angular el tradicional 28mm.
Pero en la actualidad se tiende a angulares mucho más extremos, realizando fotografías con un 14mm o un 21mm. Como siempre, estos artículos recogen mi opinión y los argumentos que justifican la misma pero esto no significa que sean la verdad absoluta.
Yo me quedo de forma general con las focales tradicionales, y en especial con los 35mm y los 50mm.
El acercamiento en las tomas y el uso en muchas ocasiones de angulares, hacen que los retratos aunque espectaculares por sus distorsiones (o demasiado cerrados si utilizamos un 35 o un 50) no sean sino otra fotografía más. En mis fotos intento contar una historia y como esta se desarrolla en un ambiente determinado. Para ello el sujeto debe aparecer dentro de un contexto, que enmarque la misma. Como mi fotografía se caracteriza por encuadres en los que el sujeto principal aparezca sin otros que le resten protagonismo, en escenarios casi vacios, debo jugar con los elementos que les rodea y por ello necesito la menor distorsión posible de los elementos urbanos que enmarcan la acción, que en las ciudades otorgan mucho protagonismo a las líneas verticales.
Es curioso como para algunas cosas se dota de una aureola casi divina las afirmaciones y obra de algunos fotógrafos clásicos que se contradicen a las de otros que se se encumbran según convenga.
En los artículos que regularmente publico sobre fotógrafos clásicos se puede leer a un Capa que incita a buscar el acercarse todo lo posible, su mítica afirmación “si tu foto no es lo suficientemente buena es que no te has acercado lo suficiente” es para muchos la verdad absoluta independientemente de la toma o de lo que pretenda el autor. Son talibanes.
En el sentido contrario tenemos a Cartier-Bresson cuyas fotos apuestan por buscar líneas, simetrías, fotos en las que el entorno tiene tanta importancia como el mismo sujeto. El 50 fue su objetivo. Así dos de los fotógrafos icónicos del siglo XX difieren en su concepción, aunque como grandes que fueron sabían adaptarse según el momento y no tomaban como dogma inviolable un principio general que definía su obra.
La necesidad de preguntarse el por qué y experimentar fotográficamente hablando es, como siempre afirmo, imprescindible. Tan válida es una postura como la otra y tan estúpido es el aferrarse a una de ella de forma radical. Que un principio defina tu estilo no significa que en tu obra no pueda haber tomas que respondan a una tendencia opuesta y mucho menos que te dé la potestad de censurar tomas de otros fotógrafos simplemente por que podían haberse arrimado 1 metro más o por qué no se puede situar en el escenario a un sujeto.
Valorar las fotos propias y de otros por la foto que son y no por la que según tu estilo podría haber sido. Sino, pronto entraras en la crítica “de horizontes caidos y reglas de tercios no respetadas” que no aportan nada al arte como tal. Si el recurso técnico o una regla es lo único que sabes analizar de una foto, quizás tu nivel fotográfico no sea el que tú consideras.
El acercamiento en las tomas y el uso en muchas ocasiones de angulares, hacen que los retratos aunque espectaculares por sus distorsiones (o demasiado cerrados si utilizamos un 35 o un 50) no sean sino otra fotografía más. En mis fotos intento contar una historia y como esta se desarrolla en un ambiente determinado. Para ello el sujeto debe aparecer dentro de un contexto, que enmarque la misma. Como mi fotografía se caracteriza por encuadres en los que el sujeto principal aparezca sin otros que le resten protagonismo, en escenarios casi vacios, debo jugar con los elementos que les rodea y por ello necesito la menor distorsión posible de los elementos urbanos que enmarcan la acción, que en las ciudades otorgan mucho protagonismo a las líneas verticales.
Es curioso como para algunas cosas se dota de una aureola casi divina las afirmaciones y obra de algunos fotógrafos clásicos que se contradicen a las de otros que se se encumbran según convenga.
En los artículos que regularmente publico sobre fotógrafos clásicos se puede leer a un Capa que incita a buscar el acercarse todo lo posible, su mítica afirmación “si tu foto no es lo suficientemente buena es que no te has acercado lo suficiente” es para muchos la verdad absoluta independientemente de la toma o de lo que pretenda el autor. Son talibanes.
En el sentido contrario tenemos a Cartier-Bresson cuyas fotos apuestan por buscar líneas, simetrías, fotos en las que el entorno tiene tanta importancia como el mismo sujeto. El 50 fue su objetivo. Así dos de los fotógrafos icónicos del siglo XX difieren en su concepción, aunque como grandes que fueron sabían adaptarse según el momento y no tomaban como dogma inviolable un principio general que definía su obra.
La necesidad de preguntarse el por qué y experimentar fotográficamente hablando es, como siempre afirmo, imprescindible. Tan válida es una postura como la otra y tan estúpido es el aferrarse a una de ella de forma radical. Que un principio defina tu estilo no significa que en tu obra no pueda haber tomas que respondan a una tendencia opuesta y mucho menos que te dé la potestad de censurar tomas de otros fotógrafos simplemente por que podían haberse arrimado 1 metro más o por qué no se puede situar en el escenario a un sujeto.
Valorar las fotos propias y de otros por la foto que son y no por la que según tu estilo podría haber sido. Sino, pronto entraras en la crítica “de horizontes caidos y reglas de tercios no respetadas” que no aportan nada al arte como tal. Si el recurso técnico o una regla es lo único que sabes analizar de una foto, quizás tu nivel fotográfico no sea el que tú consideras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario