La fotografía en B&N tiene un encanto especial. Gracias
a este efecto las tomas adquieren un tinte clásico, elegante, dramático en
ocasiones.
En ocasiones se supone que el disparar en B&N permite
olvidarse de algunos conceptos a la hora del procesado de la toma. En mi opinión,
el revelado digital es parte de las fotos, y su edición responde a su
equivalente en el analógico.
.
Tanto si se tiene esta opinión como si se defiende un punto
de vista mas "purista" (aunque esto es discutible en mi opinión) hay
un concepto que debe cuidarse y que en ocasiones no recibe al atención
necesaria. Y es la temperatura de la toma o WB (balance de blancos)
Éste elemento es fundamental en este tipo de edición, la
elección del mismo dará como resultado una toma distinta. Al igual que en la
entrada dedicada a la elección de un procesado en color o en blanco y negro,
ajuntaré una toma con tres temperaturas de color distinto y observaremos como
la foto tiene una personalidad distinta dependiendo de la elección.
En sucesivas entregas iremos profundizando en aspectos mas
específicos de la edición, pero creo que es conveniente repasar conceptos
fundamentales como éste, para poder ver su incidencia en el resultado final y a
partir de ese punto ir depurando nuestras fotos con operaciones más sutiles. A
veces es necesario recordar lo básico.
Os dejo tres tomas, la primera, que encabeza este artículo con el WB automático de la cámara,
en este caso se utilizó la X-E1 con el 18 F2. El punto de partida que ofrece el
JPEG (utilizado para editar posteriormente solo el RAW) es muy bueno
Hemos enfriado la toma, se aprecia un tono azul que
despersonaliza la escena:Por último, subiendo la temperatura conseguimos el efecto contrario, ese virado tiene un efecto parecido al sepia, dando "solera" a la imagen:
Próximamente profundizaremos en el mundo de la edición de este tipo de tomas
No hay comentarios:
Publicar un comentario